Psicología Alimentación
Alejandro Amigo,
Psicólogo Colegiado
Master en Psicología Deportiva
Master en Coaching e Inteligencia Emocional Infantil y Juvenil.
Curso Especialista Universitario en Psicología Positiva.
Curso Especialista Universitario en Estrategias Comunicativas.
¿Sabías que el 70% del sistema inmunitario se encuentra en el sistema digestivo? ¿Y que el 90% de serotonina (hormona de la felicidad) también se genera allí? A mí no me hace falta saber nada más para tenerlo claro ni como psicóloga, ni como persona (aunque también esté científicamente probado), el intestino es nuestro segundo cerebro y este tiene una relación estrechísima y recíproca con nuestro bienestar y nuestro estado de ánimo. Nuestro estilo de vida tiene un efecto enorme en nuestra manera de nutrirnos, y de qué y cómo nos nutrimos tiene un efecto enorme en cómo nos sentimos, pensamos y actuamos.
¿Cómo te ayudo?
Las funciones de un coach nutricional como también las de un psicólogo especializado en ello, son las de inspirar, acompañar y asesorar a las personas a descubrir lo que les va bien y lo que no según su naturaleza y situación actual, y a detectar las raíces de sus antojos (muchas veces emocionales) mediante el análisis de su estilo de vida y sus hábitos y relación con la comida. El objetivo principal es adaptar progresivamente vuestra alimentación a vuestras necesidades reales para trascender vuestra salud a un plano superior y potenciar vuestro desarrollo personal. En mi tarea como Psicólogo también tiene lugar la prevención y mejora de síntomas físicos, mentales y emocionales.
La calidad de tu salud determina como percibes lo que ocurre a tu alrededor, como te relacionas con ello y como enfrentas tus retos. Somos un todo, y todo es más fácil si cuerpo y mente están en equilibrio. Tú eliges si te quedas donde estas o si quieres sentir que todo es más fácil. La salud es un vehículo, no un destino. Recordar que ni un Coach Nutricional (ni un Psicólogo) es sustituto de un nutricionista o dietista sino que los complementa, ya sea por una cuestión de adherencia a un plan nutricional preestablecido o por cuestiones psicológicas o de motivación.
¿Qué es el hambre emocional?
Cuando mencionamos el término ‘hambre emocional’ nos referimos a ese estado en el que comes sin tener hambre real. Es un tipo de trastorno alimentario que se relaciona con los conflictos anímicos y las emociones que, al no saber resolverlos, alteran nuestro estado natural.
El hambre emocional se caracteriza porque la persona que la padece siente una gran necesidad de comer, una necesidad que aparece de forma impulsiva e incontrolada. Aunque realmente no tenga hambre, siente que necesita comer para poder satisfacer ese “algo” que le está perturbando. Y ese “algo” no es nada más que un conflicto emocional que no está resolviendo de forma adecuada.
¿Cómo controlar el hambre emocional?
Como hemos podido comprobar, el hambre emocional no aparece por una circunstancia biológica ni natural sino que es la respuesta a otra carencia interna. Esta carencia suele estar relacionada con motivos emocionales tales como ansiedad, depresión, aburrimiento, tristeza, etcétera.
Por tanto, si quieres solucionar este problema, lo primero que tienes que hacer es acudir a un profesional. Resultará esencial atacar el problema de raíz y solventar qué es lo que realmente te está perturbando.
¿A quién se dirige?
A todas las personas que quieren mejorar su calidad de vida, sus hábitos personales y alimenticios y su rendimiento.